Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de sí misma. Vienen a través de ti , mas no de ti y aunque vivan contigo , no te pertenecen.
Podes darles tu amor, mas no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Podes albergar sus cuerpos mas no sus almas. Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños te es dado visitar.
Podes esforzarte por ser como ellos, mas no intentes hacerlos como tu . Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
Tu eres el arco por medio del cual tus hijos son disparados como flechas vivas. El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y te dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos. Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para tu dicha, por que así como Él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme; por eso vo tuviste la oportunidad de vivir tu vida y la libertad de amar y hacer tu vida.
Deja que tus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no los reclames para que vuelvan, ellos te querrán por siempre y tendrán también su nido del cual algún día ellos solos quedaran, pero fue su nido y su vida, déjalos libres, ámalos con libertad, no apagues el fuego de su hogar, vive y deja vivir y ellos siempre te querrán.
Podes darles tu amor, mas no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Podes albergar sus cuerpos mas no sus almas. Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños te es dado visitar.
Podes esforzarte por ser como ellos, mas no intentes hacerlos como tu . Porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
Tu eres el arco por medio del cual tus hijos son disparados como flechas vivas. El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y te dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos. Que el hecho pues de estar doblados en manos del arquero sea para tu dicha, por que así como Él ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme; por eso vo tuviste la oportunidad de vivir tu vida y la libertad de amar y hacer tu vida.
Deja que tus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no los reclames para que vuelvan, ellos te querrán por siempre y tendrán también su nido del cual algún día ellos solos quedaran, pero fue su nido y su vida, déjalos libres, ámalos con libertad, no apagues el fuego de su hogar, vive y deja vivir y ellos siempre te querrán.
Jalil Gibran
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